Micología; producción y sostenibilidad de la mano

El recurso micológico aporta un interés económico muy grande en ciertas localidades productoras de especies tan cotizadas como las trufas, oronjas, boletos, níscalos, etc., además, es uno de los principales motivos que moviliza a miles de personas a aventurarse, en temporada, en la recolección en el medio natural. Para que las actividades asociadas a la micología favorezcan el desarrollo económico y rural se debe promover un uso responsable de los recursos naturales, una ordenación adecuada, así como el refuerzo de las actividades complementarias asociadas, manteniendo al mismo tiempo la identidad de las culturas locales.

 

Las setas son un recurso muy apreciado, tienen mucho valor en el mercado, pero la riqueza que genera no revierte casi nunca en el propietario forestal ni en los municipios donde se produce. Por ello, las asociaciones están trabajando para que el propietario se pueda incorporar a esa cadena de valor, y para que las setas formen parte del motor económico de muchas zonas rurales. Por tanto, se aboga por una trazabilidad, necesaria para asegurar la seguridad alimentaria y también para poner las bases fiscales de las transacciones que se llevan a cabo con este producto. 

 

Los propietarios forestales necesitan y demandan un asesoramiento técnico para la ordenación del recurso micológico. Unido a una estimación y una predicción de las producciones de hongos silvestres comestibles. Y todo ello ligado a una normativa de regulación micológica, que sirva para controlar a los recolectores y, en definitiva, la presión que se da sobre este recurso. Para ello, juegan un papel fundamental los permisos de recolección. El objetivo es que el gestor forestal pueda planificar el aprovechamiento micológico e incorporarlo en los planes de gestión, como un aprovechamiento más, como son la resina, el piñón, la madera o el corcho, entre otros.

Se reclama el acceso al conocimiento para facilitar la toma de decisiones a los selvicultores a la hora de gestionar los recursos micológicos, así como el estado de la producción.

 

Por último, resaltar la importancia de dar información a los gestores del territorio y hacer llegar a todos los habitantes del medio rural suficiente información de los recursos existentes en su zona, compatibilizando y garantizando una adecuada gestión y conservación del patrimonio natural micológico. Orientado de esta forma, el aprovechamiento de los hongos silvestre permite:

  • Mejorar el nivel de vida del medio rural.
  • Conservar los recursos micológicos a través de su uso sostenible.
  • Aportar mayor valor añadido a los productos de kilómetro 0.
  • Satisfacer la demanda de los consumidores que piden mayor grado de sostenibilidad a los proveedores de servicios turísticos.
  • Atraer a un número de personas cada vez mayor de forma controlada, mediante sistemas de regulación.