Antecedentes historicos de la micología

En la actualidad la afición a la micología ha aumentado extraordinariamente en toda la geografía nacional. Sin embargo, en España tradicionalmente ha existido esta afición por la búsqueda y consumo de hongos silvestres desde tiempos inmemoriales. El interés por los hongos no ha sido únicamente alimenticio, a lo largo de la historia las setas han tenido usos medicinales, hogareños y en algunos casos místicos.

 

En este artículo vamos a centrarnos en los datos históricos en relación con las setas silvestres comestibles. En Cantabria hallazgos arqueológicos revelan que ya en el Paleolítico se utilizaban algunos hongos silvestres. También hay constancia de referencia a setas y trufas en banquetes romanos, encontrando referencias a hongos comestibles muy apreciados en la época romana de hace dos milenios que aún hoy en día se recolectan en los mismos lugares.

 

Es en la Edad Media cuando se pueden encontrar referencias a ordenanzas para la regulación de la recolección y comercialización de setas por parte de las clases populares en varios lugares de España.

 

En cuanto a los inicios de la comercialización de setas, hay datos que en los siglos XVIII y XIX dicha comercialización se centra en las regiones con mayor producción setera como son: Castilla-León, País Vasco y Cataluña. Aunque es de suponer que durante siglos las setas mas codiciadas se llevaron a los mercados y ferias locales en cestas y trasportadas en diligencias tiradas por caballos.

 

Esta íntimamente ligado el desarrollo y mejora de los transportes con la evolución de productos micológicos, así como la conservación de las setas. Es a comienzo de los años 30 del S.XX cuando empiezan a exportarse setas en salmuera en camiones y trenes, en la zona de Burgos. Pero hasta finales de los años 40 no es que se desarrolla la cosecha de setas silvestres en España a nivel comercial, siendo los compradores catalanes los que más demandan. En los años 50 se tiene constancia que debido a la mejora de las carreteras empiezan a trasportarse setas frescas desde Soria y Segovia hacia Barcelona, y desde Segovia y Ávila a los mercados y tiendas de Madrid. Y ya en la década de los 60 se empiezan a llevar setas frescas de diferentes especies a diversos lugares por la aparición de los primeros camiones refrigerados. Consolidándose en la década de los 70 el auge de exportaciones desde todas las regiones españolas, gracias a los grandes vehículos refrigerados y al auge del transporte rápido.

 

Es a finales del siglo XX, cuando se toma conciencia de la importancia y necesidad de regular el uso comercial y recreativo de los recursos micológicos.

 

 

Fuente:

Los productos forestales no madereros en España: Del monte a la industria

Sánchez-González, M.; Calama, R.; Bonet, J. A. (Eds.) 2020.

Monografías INIA: Serie Forestal Nº 31. INIA, Ministerio de Ciencia e Innovación, Gobierno de España.

ISBN (papel): 978-84-7498-584-9

ISBN (digital): 978-84-7498-585-6

Capítulo 8. Las Setas